La historia de "Decir adiós no es olvidarte" es un apasionante recorrido a través de la vida de un joven que experimenta la pérdida por primera vez. Desde el principio, el lector es introducido en la intimidad de una relación única con su abuelo, un hombre de armas tomar y con un pasado fascinante. El protagonista, enfrentado a la inminente marcha de su abuelo, empieza a entender la complejidad de la vida, la muerte y el amor.
La narración es profundamente emotiva y genuina. La forma en que Yago Gómez Duro maneja la tristeza es cautivadora, pero no deja que esto oscurezca los momentos de alegría y risa que se encuentran a lo largo de las páginas. Más que sólo una triste historia de pérdida, se trata de una lección de vida y de cómo las personas que se han ido todavía tienen mucho que enseñarnos.
La prosa de Gómez Duro es hermosa y evocadora. A través de sus palabras, somos capaces de sentir el dolor palpable del protagonista, pero también la forma en que encuentra consuelo en los recuerdos de su amado abuelo. No hay escapatoria al dolor de la pérdida, pero éste se sobrelleva con la certeza de que decir adiós no es olvidar.
La novela tiene un gran impacto emocional y dejará al lector pensando en su propia relación con la pérdida y el amor. La reflexión final es que incluso en tiempos de sufrimiento, podemos encontrar la belleza y la felicidad en los recuerdos y en el hecho de haber conocido a personas que han dejado una profunda huella en nuestras vidas.