"El niño del beso: Reprimir a un adolescente es desbordar un río para siempre, está centrado en la problemática de la adolescencia y la represión de la sexualidad. A través de la historia, se crea una analogía entre la represión de los deseos de los jóvenes y el desbordamiento de un río.
La temática del libro está enmarcada en el escenario psicológico y social, abordando la delicada transición de la infancia a la adolescencia. Este periodo es presentado como una etapa llena de turbulencias y conflictos traducidos en la exploración de la sexualidad.
El protagonista, un niño que pasa a su adolescencia, es restringido por las figuras de autoridad que le rodean, lo que genera un ambiente represivo. Sin embargo, este adolescente logra liberarse de las cadenas impuestas, permitiendo el flujo natural de sus emociones.
A lo largo de la trama, se realiza una intensa crítica al sistema educativo y social que intenta restringir los instintos y deseos naturales de los jóvenes en lugar de guiarles y educarles correctamente sobre el asunto.
El autor utiliza el simbolismo del río para señalar que, al igual que el agua, los sentimientos y emociones no pueden ser contenidos indefinidamente, sino que deben encontrar una salida para seguir su curso natural.
Las repercusiones de reprimir a los adolescentes en la actualidad y las consecuencias nocivas para su desarrollo son también puntos focales del libro, concluyendo que el respeto por la individualidad de cada adolescente y su proceso es esencial."