Un desgarrador desarrollo envuelve a los personajes principales de este relato. David se encuentra devastado tras descubrir que su ex compañero, un beta, ha muerto. Sobrecogido, se hunde en un pozo de tristeza y desesperación, incapaz de superar la trágica noticia. En medio de su luto, David conoce a Fran, un humano que no posee conocimiento alguno acerca de la existidad y naturaleza de los hombres lobo.
Fran es un personaje lleno de vida, con un corazón de oro capaz de sentir empatía incluso en las circunstancias más difíciles. Sin embargo, su vida también está marcada por el dolor de un trágico pasado, convirtiendo a Fran y David en dos seres que, a pesar de sus diferencias, logran encontrar consuelo y apoyo mutuo en medio del sufrimiento compartido.
La relación que se establece entre ellos es profundamente emotiva. Fran, mediante su bondad y comprensión, ayuda a David a superar su duelo. Del mismo modo, David revela a Fran la existencia de los hombres lobo y le ayuda a entender esta desconocida realidad que poco a poco se va desmantelando ante sus ojos.
El camino del amor no es fácil para estos dos personajes. Sin embargo, en su viaje descubren que el verdadero lazo que mantiene unida a la manada no es el miedo a la soledad, sino la capacidad de amar y ser amado, respetar y ser respetado a pesar de las diferencias y los errores del pasado.
La presencia de un viejo enemigo y el descubrimiento de un nuevo amegamiento sumergen a la manada en una aventura llena de acción, emoción y suspenso. Pero a pesar de las adversidades, el espíritu de equipo, la amistad y el amor lograrán enfrentar cualquier amenaza.
En cuanto al estilo de escritura, la obra de Fabian Vazquez balancea lo romántico con lo dramático, manteniendo el interés constante y construyendo un sentimiento de conexión con los personajes.